viernes, 18 de octubre de 2013

Una moneda en espiral






Una rosca: una moneda dibujando formas espirales, saltando sobre sus dos primarias dimensiones. Un lugar nuevo al que así llega, esférico, buscando espacios que le son propios desde el inicio. Y así trae nuevas, semillas germinando, como palabras (sonido y grafismo antes de la simbiosis). De lo plano a lo pleno hay menos de un sonido para agregar una dimensión completa.

a  -  e

La boca se tensa milimétricamente y sus comisuras ven un poco al cielo como si quisieran indicar con su postura el salto que el concepto ha dado; la (e) ha roto el círculo en que las dos dimensiones de la (a) se ensimismaban, y su cauda indica el giro que dará forma a la espiral que sube.

Puede ser que el movimiento esté contenido ya desde su esencia que reposa: cuando es mayor, aunque encierra un misterio trino (A) ya apunta a que sus brazos abiertos pugnan por emanciparse. Y la plenitud, aunque abierta toda (E) requiere aún de una columna que pueda vertebrarla. 

La moneda gira y es lanzada a dibujar espirales, danzando ebria en la mesa. Describiendo un patrón más alto que su forma, mientras su impulso sigue desafiando la entropía mas no la naturaleza.




Todas las Caras de la Moneda,  cap. 4

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